IAL - MAAC

Amor, Servicio y Compasión
 

Preguntas y Respuestas sobre Anglo-Catolicismo

Nosotros somos Antiguos creyentes porque recibimos la presencia del Espíritu Santo directamente del cielo y santuario de Dios como en el mismo Día de Pentecostés, con llamas de fuego en nuestras vidas y mentes. Cambiamos nuestra civilización mundana y perversa, por amor, servicio y compasión. El poder de Dios, logro que entendiéramos que debíamos ser en acción como el Cristo de Belén, materializando la pastoral social igual a los primeros tiempos de la iglesia cuando aún no se habían apoderado del Evangelio, los imperios religiosos, algunos regímenes espirituales y otros báculos orientales, logrando ahora renovados con las enseñanzas bíblicas del santo evangelio de Jesucristo, destruir en nuestras vidas: Persecuciones, celos, envidias y egoísmos, para ver la verdadera luz que baja permanente y directamente de Dios. Nuestras Primicias: Libres de normas, dogmas y sometimientos para amar, autónomos y firmes para servir, soberanos y con decisión para sembrar la compasión e independientes para orar como Jesús de Nazaret.

Nosotros nos consideramos Anglos porque al nacer como organización religiosa entre 1970 y 1975 en Colombia, Ecuador y Venezuela, fueron los misioneros ingleses (anglicanos), provenientes directamente de Inglaterra con patrocinio del Consejo Británico de Bogotá, quienes nos asesoraron, enseñaron y ayudaron a entender el la ¨Buena Nueva¨ de Cristo (Palabra de Dios), a través de excelsos sucesos y hechos de misericordia. Por ellos como instrumento Jesucristo entro en nuestro corazón, alma y cuerpo. Desde entonces decidimos obedecer a Dios directamente antes que a los hombres, jamás acatar regulaciones de ejércitos armados de mortales terrícolas humanos, trabajando con estrategias inteligentes que provienen de las alturas y sin esperar nada de falsos grupos religiosos que se hacen llamar cristianos. A tiempo comprendimos que debemos estar a millas de distancia de hipócritas y farsantes. Cada día mas cerca al cielo de Dios y lejos de negociantes de la fe. Esos que han tergiversado el evangelio de Cristo y que realizan fábricas de falsos santos, crímenes y delitos con el comercio de la creencia, venta de mentiras de apariciones o montajes de muerte, los debemos convertir en verdaderos hijos de Dios, con nuestro individual testimonio de rectitud y probidad.

Nosotros somos Cristianos por convicción y vocación, porque Jesucristo nos llamó a su servicio, nos dio la oportunidad de ser sus hijos obedientes desde antes de estar en el vientre materno de nuestras madres biológicas como dice la Santa Escritura, entendimos que así como en Antioquía nos llamaron cristianos en los primeros tiempos de la iglesia temprana después del secuestro y asesinato de Jesús de Nazaret, hoy somos por nuestros excelsos hechos, hacedores de justicia con la espada de Dios y con ayuda de los cuatro elementales creados. Hay otros humanos que deben entender que nuestro comportamiento es diferente, porque aun con nuestra propia vida, protegemos la vida del mortal terrícola humano, de nuestros hermanos animales irracionales, cuidando las plantas creadas para que todas y todos vean las maravillas de Dios con su misericordia.   

Nosotros somos católicos por el hecho histórico de ser seguidores del verdadero Dios Universal, quien creo mares, montañas, ríos, planetas, universos, tierras, animales, plantas y hombres. Todo lo que vemos y comprendemos viene del universo de Dios sin descuidar que fue un pecador asesino, cruel, militar, dictador, llamado Constantino, quien acuñó la palabra Católico(a),  al devenir histórico de hoy. Dios permite que pecadores se arrepientan de su maldad y limpien sus perversiones bajo la llama de fuego que proviene del Altísimo, que como sombra eterna, da luz para salir de las tinieblas y de la misma caverna en donde el hombre no ha querido salir por sus propias inmundicias y desviaciones.

Nosotros no somos una Iglesia sino un Movimiento universal. Todo lo hacemos por misericordia de Dios, plasmando en todos los universos creados, en cada tierra existente dentro de los universos, en cada corazón, mente y alma, el amor, servicio y compasión.  La Iglesia es una construcción de ladrillos, madera inerte u otro material, en si es efímera y será destruida (No quedará piedra sobre piedra). Aquellos que aman, siguen las enseñanzas y obedecen los mandatos de Dios, serán quienes permanecerán en la eternidad del verdadero Omnipotente. Sólo es invencible la Palabra de Dios y aquellas almas de mortales terrícolas humanos (varones y mujeres), que obedecieron al Omnipresente, en su verdad y sin mancha. Los excelsos vivirán eternamente con El y para El, por los siglos de los siglos de los siglos. Los escogidos, aunque mueran en su cuerpo mortal, vivirán en la Nueva Jerusalén o en otra tierra a donde Dios por Gracia los enviara con el mismo u otro nuevo cuerpo. 

Nosotros Somos Apóstoles porque seguimos firmes y obedientes a Jesús el Cristo (Hijo de Dios), como en los primeros tiempos en la vida apostólica. Católicos sin obedecer a normas, códigos o dogmas del Estados Religiosos y por fuera de la jurisdicción farsante. Nosotros Somos anglicanos sin sillas en el palacio inquisidor y lejos de organizaciones mundanas de comerciantes de la fe. Ni al Rey ni al gobernante obedecemos. Nuestra fe y creencia son sólo a Dios y a sus mandatos. Nosotros somos ortodoxos por fuera de báculos orientales o doctrinas falsas que adoran matachos, ídolos o costumbres de cavernícolas iguales a humanos que nunca conocieron la verdadera Palabra de Dios. Nosotros nos consideramos libres de toda atadura mundana. Nuestro corazón, mente y espíritu como Jesús de Nazaret, ama, sirve y siembra compasión, con quien sufre, aun con quien está en pecado de muerte, no lo despreciamos. Nuestro amor es tan fuerte e inmenso, que, al ateo, agnóstico y diferente, es consciente que lo amamos igual como al santo o al sabio.

Los falsos aplican inquisiciones, tienen ejércitos armados para matar la vida creada, arman guerras papa destruir planetas y la misma creación. Los vivos hijos de Dios llevan la luz del Todopoderoso a otros e irradian vida para todo aquel que esté muerto, no perezca, sino que tenga vida eterna y en abundancia, sin vender u ofrecer cielos, salvaciones, privilegios u oportunidades, sii la fuerza de Dios, el poder para activar amor, servicio y compasión, y vivir plenamente feliz sin esperar recompensas de hombres si no la eternidad misma dentro del santuario de Dios o allí en el cielo o nueva tierra a donde Él nos envíe.